La situación entre India y Pakistán ha alcanzado niveles alarmantes después de que se reportaran fuertes explosiones en Muzaffarabad, Cachemira ocupada por Pakistán, y en al menos nueve ciudades cercanas. Los informes de agencias internacionales, incluido Reuters, indican que estas explosiones, registradas después de la medianoche, provocaron un corte de electricidad en toda la zona, lo que ha incrementado la inquietud entre la población local. Hasta el momento, no se ha confirmado la causa específica de los estallidos.
Las tensiones aumentaron significativamente cuando un portavoz militar pakistaní acusó a India de lanzar ataques con misiles en varios puntos estratégicos. Esta denuncia, difundida por la cadena local ARY News, sugiere que el gobierno de Islamabad está preparando una respuesta militar. Por su parte, las autoridades de Nueva Delhi aún no han emitido comentarios oficiales sobre los incidentes.
En medio de este clima de tensión, el gobierno indio ha programado para hoy, 7 de mayo, uno de los mayores simulacros de defensa civil en décadas. Este operativo nacional busca evaluar la capacidad del país para responder ante emergencias y amenazas de seguridad, especialmente después del reciente ataque terrorista en Pahalgam que dejó un saldo de 26 muertos.
El Ministerio del Interior ha ordenado que todos los estados y territorios realicen simulacros a gran escala, que incluirán la activación de sirenas antiaéreas, evacuaciones simuladas y limpieza de búnkeres. Se informa que los ejercicios se llevarán a cabo en al menos 259 distritos catalogados como zonas de defensa civil.
Entre las ciudades consideradas más vulnerables se encuentran Delhi, Mumbai, Chennai y Calcuta, así como áreas cercanas a instalaciones críticas como plantas nucleares y bases militares. El ejercicio, denominado “Operación Abhyaas”, será llevado a cabo en 55 puntos estratégicos de la capital y contará con la participación activa de estudiantes, trabajadores del sector público y privado, y miembros de las fuerzas armadas.
A pesar de la magnitud del operativo, las autoridades han asegurado que los servicios esenciales, incluidos trenes, autobuses y vuelos, seguirán funcionando con normalidad, evitando afectar a la población civil durante la jornada.
Este contexto de tensión se produce en un momento en el que el gobierno indio ha adoptado una política de «cero tolerancia» ante amenazas a la seguridad nacional, lo que ha sido evidente particularmente en la región de Jammu y Cachemira. Las acciones recientes reflejan un firme compromiso por parte de las autoridades para mantener la seguridad y prepararse ante cualquier eventualidad de conflicto armado en la región. La comunidad internacional observa de cerca la situación, temiendo que la escalada de hostilidades pueda llevar a un enfrentamiento mayor entre estas dos potencias nucleares.