Ciudad de México — La duplicación del arancel al 50% en productos de acero y aluminio en Estados Unidos, anunciada recientemente, ha generado preocupación entre expertos y empresarios. En entrevistas separadas, Guillermo Malpica Soto, asesor del COMCE, y José Alberto de la Llave Lara, presidente de Canadevi, coincidieron en que esta medida no resolverá los problemas de competitividad en la producción estadounidense y, en cambio, provocará una escalada en los precios globales, afectando especialmente las manufacturas industriales y la construcción de viviendas.
Malpica explicó que, aunque el aumento a estos aranceles no favorecerá la competitividad interna del sector, sí se reflejará en precios internacionales, impactando negativamente a las industrias que utilizan estos materiales. Además, destacó que las negociaciones mexicanas para que Estados Unidos reduzca o elimine estos gravámenes no han tenido éxito hasta ahora, lo cual limita aún más las opciones del mercado interno para mantener la competitividad.
Por su parte, De la Llave afirmó que los efectos del aumento en los precios serán asumidos por los constructores y las empresas del sector vivienda, que ajustarán los costos en función del impacto final en los precios de las viviendas. Mencionó que, en respuesta a aumentos previos del 25%, la industria ya ajustó precios en promedio un 5.88% en varilla, pero que cambios mayores en el corto plazo no se reflejarán en precios, ya que sería necesario un incremento adicional para que las listas de precios tengan que ajustarse.
Canacero, la Cámara del Hierro y el Acero, advirtió que el entorno actual es muy complicado y que las negociaciones con EE. UU. siguen en marcha. El objetivo principal es que México consiga la exclusión del arancel del 25% impuesto a su sector y que se fomente el contenido nacional en el marco del Plan México, en una estrategia conjunta para proteger la industria y el mercado interno ante prácticas desleales.