WASHINGTON, EE. UU. – El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con una forma «agresiva» de cáncer de próstata que se ha extendido a sus huesos, según informó su oficina el pasado 18 de mayo en un comunicado oficial. La noticia llega en un momento en que Biden, de 82 años, enfrenta su salud con atención y cautela, mientras su familia y equipo médico evalúan las mejores opciones de tratamiento.
El diagnóstico se realizó tras detectar un nuevo nódulo prostático en una revisión médica reciente, motivada por un aumento en los síntomas urinarios que reportaba el mandatario retirado. La prueba, realizada el 16 de mayo, reveló un cáncer con una puntuación de 9 en la escala de Gleason, clasificado en el Grupo 5, con evidencia de metástasis ósea — lo que indica una enfermedad más avanzada y de mayor agresividad.
Aunque el cáncer se considera más agresivo, los especialistas señalan que parece ser sensible a las hormonas, lo que facilita la implementación de tratamientos médicos con expectativas de una gestión más efectiva. Biden y su familia trabajan en conjunto con su equipo médico para determinar el plan terapéutico más adecuado.
La detección del nódulo y el diagnóstico se dieron en un contexto de revisiones rutinarias, pero el hallazgo de la enfermedad generó preocupación tanto en el ámbito político como en el público, dado su avanzada edad y la relevancia de su figura en los Estados Unidos. Biden, quien renunció a su candidatura presidencial en 2024 por motivos de edad, continúa siendo el mandatario de mayor edad en la historia del país, superando incluso a Donald Trump, quien inició su segundo mandato en enero a los 78 años.