Ottawa, Canadá – El rey Carlos III de Inglaterra llegó este lunes a Ottawa en una visita oficial que genera atención a nivel internacional, en un momento en que las relaciones entre Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos enfrentan tensiones por las expresiones del expresidente Donald Trump, quien ha expresado amenazas de anexar Canadá al territorio estadounidense. La visita real busca también reforzar la soberanía y el papel de Canadá como monarquía constitucional, en línea con su historia y compromiso internacional.
El monarca pronunciará mañana un discurso desde el trono en el Congreso de Canadá, en una ceremonia que, si bien no ha sido escrita por el rey ni por asesores británicos, representa un acto simbólico para reafirmar la identidad de Canadá como nación independiente. La actividad ocurre días después de que el primer ministro canadiense rechazara la invitación de miembros de Estados Unidos y criticara la postura anticanadiense del exmandatario Trump.
El primer ministro Justin Trudeau sostuvo que “Canadá no está en venta y no se dejará intimidar”, en respuesta a las amenazas. La visita del rey, considerado el jefe de Estado en Canadá, será acompañada de reuniones con las principales autoridades y con el primer ministro Justin Trudeau, así como con miembros de la comunidad y líderes militares, incluyendo la Policía Montada.
Este acto, que incluye una ceremonia de juramentación para la consejera privada Camilla y la visita al Memorial Nacional de la Guerra, busca también enviar un mensaje de respeto mutuo y fortalecer los lazos históricos y culturales en medio de un clima de tensión global. La presencia de la familia real y la cautela en la política internacional subrayan la importancia de este momento para Canadá, que insiste en su identidad como una nación soberana, distinta tanto de EE. UU. como de otras potencias.