Washington, D.C. — Un nuevo informe de inteligencia emitido por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de EE. UU. revela que, después de los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán, el programa nuclear del país no fue “totalmente destruido” como afirmaron el expresidente Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. La evaluación, que aún no ha sido oficialmente confirmada por las agencias, señala que las instalaciones en Fordo, Natanz e Isfahán sufrieron daños, pero no fueron destruídas en su totalidad y siguen operando en gran medida.
Las fuentes, que solicitaron el anonimato, indicaron que si bien parte del uranio altamente enriquecido fue trasladado fuera de varios sitios antes de los ataques, el material no sufrió daños sustanciales. Además, las centrifugadoras iraníes continúan en funcionamiento, y la infraestructura subterránea en Fordo, que colapsó parcialmente en su entrada, no fue completamente destruida. La evaluación advierte que las reparaciones en la planta de Fordo tomarán tiempo, pero la infraestructura resistente en el subsuelo no fue significativamente afectada.
El reporte contradice las declaraciones previas de Trump y Netanyahu, quienes aseguraron que las instalaciones nucleares de Irán fueron destruídas totalmente y que Teherán no podrá reconstruirlas. La Casa Blanca reaccionó enérgicamente, calificando la filtración como un intento de desprestigiar a la administración y a los militares estadounidenses. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, afirmó que la filtración busca desacreditar la operación “perfecta” que destruyó el programa nuclear iraní.
El informe coincide con la tensión creciente en la región y con los esfuerzos diplomáticos y militares en curso, y resalta que las instalaciones iraníes, en su mayoría, están operando y que la amenaza nuclear persiste en medio de una incertidumbre internacional que sigue en aumento.
