Aun con la lluvia, poblanos y visitantes de otros estados permanecen en una larga fila para consultar a “Quita Dolores”. Se organizan con listas para mantener orden y turnos.
Pese a las condiciones climáticas, decenas de personas permanecen formadas en la calle donde se ubica el edificio Carolino de la BUAP, con la esperanza de ser atendidas por Mircea Gabriel, mejor conocido como “Quita Dolores”. Este hombre, originario de Rumania, se ha vuelto una figura popular en el Centro Histórico de Puebla por sus supuestos dones para aliviar dolencias físicas.
La escena se repite cada día: Gabriel se coloca en una banca a un costado del histórico inmueble universitario, y desde temprano comienzan a llegar personas que buscan un turno para ser atendidas. Lo sorprendente es que la lluvia no ha sido impedimento para que los asistentes esperen durante horas, incluso días.
Ante el creciente interés y el número de visitantes, los propios asistentes decidieron organizarse para mantener un control. Se elaboró una lista que contiene nombres de personas que aseguran tener hasta tres días haciendo fila, con la esperanza de poder llegar a tiempo y recibir atención directa.
El fenómeno ha llamado la atención de medios locales, mientras que en redes sociales se multiplican testimonios de quienes aseguran haber recibido alivio por parte del “Quita Dolores”. Aunque no hay confirmación oficial sobre sus métodos ni aval médico, su presencia continúa atrayendo multitudes.
El gobierno municipal no ha emitido postura hasta el momento, aunque la concentración diaria de personas en un espacio público podría implicar consideraciones en materia de seguridad, salud y vialidad.
