Los Ángeles, California — La llegada de aproximadamente 300 tropas de la Guardia Nacional en Los Ángeles desató un enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas del orden. Este lunes por la noche, las calles del centro y la autopista 101 en dirección sur permanecieron rodeadas de tensión, humo y autos incendiados, tras horas de protestas y enfrentamientos con la policía.
En respuesta a las redadas de inmigración y la activación de la Guardia sin la solicitud del gobernador Gavin Newsom, grupos de manifestantes bloquearon varias calles, lanzaron objetos y prendieron fuego a autos, incluyendo algunos vehículos autónomos Waymo. La policía de Los Ángeles respondió con movimientos dispersivos, incluyendo bombas de humo, balas de control de multitudes y la clausura de varias cuadras del centro.
Al respecto, Newsom hizo un llamado a Trump para que retire el despliegue, calificándolo como “una grave violación de la soberanía estatal”, y pidió a los manifestantes que mantengan la calma y no respondan a las provocaciones. Trump, en su cuenta de Truth Social, acusó a Newsom y a la alcaldesa Karen Bass de mentir sobre la necesidad del despliegue y pidió que “traigan a las tropas… en su lugar, si no, el caos será inevitable”.
El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, declaró que las fuerzas estaban “abrumadas” y que muchos de los manifestantes son habituales agitadores. Además, advirtió que los arrestos continuarían en los próximos días. La tensión sigue en aumento, en un escenario donde las disputas entre las autoridades y la ciudadanía sitúan a Los Ángeles en el centro de un conflicto que refleja la polarización en torno a las políticas migratorias, seguridad y el uso de la fuerza en el país.