Tel Aviv, Israel — En la madrugada del lunes, Israel lanzó una nueva serie de ataques con misiles contra objetivos en Teherán, causando al menos ocho muertes, según informaron las autoridades. La ofensiva ocurrió en un momento de alta tensión en la región, y en respuesta, las fuerzas israelíes emitieron advertencias a cientos de miles de civiles en el centro de Teherán para evacuar la zona antes de nuevos ataques.
Mientras los bombardeos se intensificaban, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que estas acciones han retrasado “mucho, mucho tiempo” el programa nuclear iraní. Aunque aclaró que Israel no busca derrocar al gobierno de Teherán, no descartó que, como consecuencia de los ataques, esto pueda suceder en el futuro. “El régimen es muy débil”, añadió, en una declaración que refleja la profunda tensión entre ambos países.
Durante la conferencia de prensa, Netanyahu también reveló que mantiene contacto diario con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En medio de las explosiones, grandes detonaciones resonaron en Teherán, donde las autoridades militares informaron haber alcanzado una “superioridad aérea” sobre la capital iraní, permitiendo volar sobre la ciudad sin enfrentar amenazas importantes.
Las advertencias de evacuación se extendieron también a zonas de Gaza y Líbano, donde las fuerzas israelíes buscan prevenir daños civiles en medio de la intensidad de los bombardeos. Hasta 330,000 personas en sectores claves de Teherán, incluyendo la sede de la policía, la televisión estatal y hospitales, han sido evacuadas en previsión. La agencia estatal iraní reportó que la televisora interrumpió abruptamente una transmisión en vivo tras un ataque israelí, y un reportero que cubría la noticia salió corriendo del estudio por el impacto de la explosión, dejando a la audiencia sin cobertura en medio de la crisis.
