Dubái, EAU — En una operación sin precedentes, Israel realizó un ataque de gran escala contra las principales instalaciones nucleares y militares en Irán el viernes, utilizando aviones de combate y drones introducidos de contrabando para eliminar objetivos clave y a altos oficiales en Teherán. La ofensiva, que ocurrió en medio de una escalada de tensión en la región, fue justificada por Israel como un acto preventivo para impedir que Irán avance en la construcción de un arma nuclear.
Las imágenes difundidas muestran ataques a la planta de enriquecimiento en Natanz, donde se observó una columna de humo negro, además del desmantelamiento de decenas de sistemas de radar y lanzaderas de misiles tierra-aire en la zona oeste del país. La operación aumentó de inmediato los temores de un conflicto total en Oriente Medio y generó una mayor inquietud en la región ampliamente afectada por la tensión militar y diplomática.
Irán respondió rápidamente enviando un enjambre de drones hacia Israel, mientras el ayatolá Alí Jamenei advirtió que el país responderá con un “castigo severo”. La emergencia internacional creció, y en la ONU se pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar la crisis.
Funcionarios israelíes aseguraron que cerca de 200 aviones participaron en el ataque inicial contra aproximadamente 100 objetivos, incluyendo las instalaciones de Natanz, y que la agencia de espionaje Mossad posicionó drones explosivos y armas precisas en Irán con días de antelación. Sin embargo, fuentes independientes no han podido confirmar de manera independiente estas afirmaciones.
Este ataque marca un momento de máxima tensión en la región, poniendo en jaque los esfuerzos diplomáticos y aumentando el riesgo de un conflicto abierto en una de las zonas más estratégicas y delicadas del mundo.
