En un momento histórico para la Iglesia Católica, el cónclave de cardenales en el Vaticano dio a conocer su decisión el 8 de mayo, al permitir que el humo blanco saliera de la chimenea de la Capilla Sixtina. Esto indica que los 133 cardenales han alcanzado un consenso y han elegido al nuevo pontífice, quien será el sucesor del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril.
La elección se produce tras una primera votación en la mañana de ese mismo día, en la que el humo negro había surgido, señalando que aún no había consenso entre los cardenales. A medida que miles de fieles y curiosos se congregaban en la Plaza de San Pedro, esperaban con ansias la llegada de la tan anticipada señal que confirmaría la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Con la aparición del humo blanco a las 10:08 horas, tiempo de México (18:07 en Roma), la atmósfera se llenó de júbilo, acompañada por el repique de las campanas vaticanas. En breves momentos, se espera que el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, se presente ante la multitud para proclamar la tradicional fórmula “Habemus Papam”, donde se anunciará el nombre del cardenal electo y el nombre papal que ha decidido adoptar.
El nuevo Papa, antes de su aparición pública, se retirará a la sacristía conocida como la “sala de las lágrimas”, donde se vestirá por primera vez con los hábitos papales en un momento privado que antecede su presentación ante la multitud.
Una vez en el balcón central del Vaticano, el nuevo pontífice ofrecerá su primera bendición “Urbi et Orbi”, una significativa ceremonia que se realiza en tres ocasiones específicas: el día de elección, el Domingo de Resurrección y el día de Navidad.
Este acontecimiento no solo marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia, sino que también simboliza la continuidad y el liderazgo espiritual para millones de católicos alrededor del mundo, quienes esperan con fervor las palabras y la guía del nuevo Papa en estos tiempos de cambio y desafío. La ceremonia de proclamación promete ser un momento de unidad y celebraciones en la Plaza de San Pedro y en todas partes del mundo donde se esperan las reacciones a la elección del nuevo líder espiritual.
