Bakú, Azerbaiyán. — Max Verstappen volvió a demostrar su dominio en la Fórmula 1, conquistando su segunda victoria consecutiva en la temporada 2025 en un emocionante GP en Bakú, que estuvo marcado por un incidente que cambió el rumbo de la carrera y por el retorno de Williams a los puestos de podio.
El piloto de Red Bull, que logró la pole position en una clasificación caótica, controló absolutamente la carrera desde el inicio. Con un rendimiento sólido en condiciones ventosas y en un circuito que favorece la precisión, Verstappen solo realizó una parada en boxes, manteniendo la primera posición y consolidando su liderazgo en el campeonato con estas victorias consecutivas, la primera desde España 2024. “El coche estuvo funcionando increíblemente bien; fue una carrera difícil en estas condiciones, pero muy feliz con el resultado”, declaró tras cruzar la meta.
El fin de semana tuvo un elemento dramático: Oscar Piastri, líder del campeonato y uno de los favoritos, sufrió un accidente en la primera vuelta que lo dejó fuera de combate. El piloto de McLaren, que mostraba un ritmo competitivo, casi se detuvo en la parrilla y posteriormente se deslizó contra la barrera mientras intentaba avanzar. La colisión fue tan severa que no sumó puntos por primera vez desde mayo de 2024, afectando la lucha por el campeonato y permitiendo a Norris, en séptimo lugar, intentar acercarse en la clasificación general.
McLaren, que apuntaba a cerrar la brecha con Red Bull en el campeonato de constructores, atravesó su peor día en una temporada que hasta ahora había sido dominante, con errores en las paradas en boxes y un rendimiento lejano a su potencial. La próxima carrera en Singapur será crucial para definir si pueden recuperar terreno en las siete carreras restantes.
En contraste, la gran sorpresa fue la actuación de Williams, que volvió a los primeros planos después de años. Carlos Sainz, en su primer gran resultado con el equipo, logró un tercer lugar que fue recibido con euforia y celebración. La alineación y ritmo del coche fueron la evidencia de que la escudería está de vuelta en la lucha por los primeros lugares. “Entiendo por qué todo había sido tan difícil, pero ahora llega una oportunidad y debemos aprovecharla”, dijo Sainz, tras su emotivo salto en los brazos de su equipo.
La estrategia de Williams, que en un principio dependió de las condiciones climáticas y de una clasificación favorecida por las banderas rojas, se vio respaldada por un ritmo auténtico en carrera. La actuación de Sainz se convirtió en un ejemplo de resiliencia y de la recuperación del equipo, que logró su mejor resultado desde 2021, cuando en Bélgica perdió la oportunidad de luchar en condiciones adversas.
Por su parte, la lucha por el campeonato continúa con Verstappen a la cabeza, mientras que los equipos buscan reaccionar en una carrera que, de momento, deja en evidencia que en la Fórmula 1, nada está asegurado y la estrategia, la resistencia y la resistencia mental marcan la diferencia en cada vuelta.