Profesores y estudiantes del Bachillerato Calmécac hicieron públicas una serie de denuncias contra Cristian Osorno Castillo, tesorero del Comité de Padres de Familia, a quien responsabilizan de actos de hostigamiento y de generar un ambiente de confrontación al interior del plantel, presuntamente con el apoyo del docente Rubén Kuri.
De acuerdo con los testimonios, las tensiones que venían arrastrándose desde el inicio del ciclo escolar se agravaron durante la última semana, cuando algunas maestras recibieron advertencias directas de que serían agredidas si continuaban con sus actividades académicas y con las denuncias que han presentado.
Los inconformes relataron que el pasado miércoles se registraron incidentes frente a la comunidad escolar, la profesora Blanca fue objeto de agresiones verbales y presiones hasta que se le obligó a abandonar su lugar de trabajo, mientras que la maestra Marisol fue interrumpida en plena clase. El director, maestro Virgilio, junto con varios padres de familia, fue testigo de lo ocurrido.
“Lo que enfrentamos ya no son simples irregularidades administrativas, sino amenazas serias que ponen en riesgo nuestra integridad”, expresaron.
Los docentes también señalaron la participación de personas que se presentan como padres de familia, pero que no han acreditado tener hijos inscritos en la institución, lo que les hace sospechar que fueron convocadas únicamente para amedrentar al personal académico.
En conferencia de prensa, los profesores denunciaron que las decisiones dentro del bachillerato ya no pasan por la dirección, sino por el tesorero Cristian Osorno y el maestro Rubén Kuri, quienes habrían asumido un rol de control sin contar con atribuciones legales.
Ante esta situación, los afectados informaron que acudirán a la Secretaría de Educación Pública del Estado para entregar un documento formal con sus quejas y pruebas de las amenazas recibidas, solicitando la intervención directa del titular de la dependencia, José Manuel Viveros.
Al mismo tiempo, pidieron respaldo de organizaciones como Antorcha Magisterial y Antorcha Revolucionaria, advirtiendo que el magisterio no debe permitir que la violencia y el acoso prevalezcan en los centros educativos.