Fort Lauderdale, Florida, 15 de agosto de 2025 — El rapero Sean Kingston, conocido por su éxito internacional “Beautiful Girls” y otros hits como “Take You There” y “Fire Burning”, fue sentenciado este viernes a tres años y medio de prisión tras ser declarado culpable de un esquema de fraude que afectó a víctimas en el sur de Florida. La condena, que también involucra a su madre, Janice Eleanor Turner, fue dictada después de una investigación que reveló una serie de engaños por más de un millón de dólares.
Kingston, cuyo nombre real es Kisean Paul Anderson, y su madre fueron condenados en marzo pasado por un jurado federal por conspiración para llevar a cabo fraude electrónico y otros cargos relacionados. La fiscalía los acusó de organizar compras de mercancía de alta gama usando redes sociales y luego engañar a los vendedores mediante recibos falsificados y transferencias bancarias fraudulentas. La estafa incluía artículos como un Escalade blindado, relojes de marca y un televisor LED de 19 pies, con un valor total que superó el millón de dólares.
El juez federal David Leibowitz ordenó que Kingston, de 35 años, esté bajo custodia inmediatamente tras la lectura de la sentencia, que también incluye una audiencia de restitución en los próximos 90 días. La condena contempla además tres años de libertad supervisada tras la prisión, en un proceso que busca garantizar la reparación de las víctimas y la aplicación estricta de la ley.
El cantante fue arrestado en mayo de 2024 en una redada del equipo SWAT en su mansión alquilada en los suburbios de Fort Lauderdale, Florida. La madre, Turner, fue detenida durante la operación, mientras Kingston fue arrestado en la base militar de Fort Irwin, en California, donde se encontraba en medio de una gira de conciertos.
Según registros judiciales, Kingston utilizó sus cuentas en redes sociales desde abril de 2023 hasta marzo de 2024 para coordinar la compra y venta de productos de lujo, prometiendo promocionar a los vendedores en sus plataformas digitales. Sin embargo, cuando los pagos no eran efectivamente transferidos, las víctimas contactaban a Kingston y a su madre en múltiples ocasiones, sin recibir el dinero o respuesta alguna, hasta que las denuncias fueron tomadas por las autoridades judiciales.










