Madrid. — La Liga española anunció que canceló el plan para disputar en diciembre en Miami un partido de temporada regular entre el Barcelona y el Villarreal, una decisión que se tomó días después de una creciente oposición interna en España y tras una fuerte presión internacional. La iniciativa, que estuvo en la agenda desde hace meses, fue frenada por la resistencia de clubes, jugadores y algunas instituciones que consideran que este tipo de partidos en Estados Unidos alteran la equidad deportiva y la integridad de la competición.
Según comunicó la propia Liga, la decisión se tomó tras mantener conversaciones con el promotor del evento, Relevent, y tras evaluar las protestas y críticas que surgieron en las últimas semanas. La compañía, que promueve eventos deportivos internacionales, afirmó que la intención era realizar una experiencia inédita en el mundo del fútbol, pero que, ante la falta de consenso, optó por posponer o cancelar el evento para evitar mayores riesgos y polémicas.
Por su parte, en las últimas jornadas, varios clubes y jugadores expresaron públicamente su desacuerdo. Cinco clubes del fútbol español, entre ellos el Real Madrid y el Atlético de Madrid, convocaron a una reunión en la que coincidieron en que jugar en Estados Unidos en esas condiciones sería un acto “que compromete la igualdad” y que podría perjudicar la competencia en la liga local. El portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, criticó en redes sociales la decisión de la Liga, argumentando que “el fútbol debe jugarse en casa y en igualdad de condiciones”, y que “no es correcto alterar la competencia con partidos en el extranjero”.
El retiro de la Liga en Miami también afecta a la relación con las autoridades deportivas internacionales. La FIFA, que inicialmente respaldó el proyecto, retiró su apoyo días antes de que ese acuerdo se hiciera oficial, citando la necesidad de revisar sus propias reglas y reglamentos. La plataforma, que había sido diseñada para hacer compatible el evento con las regulaciones internacionales, quedó en suspenso, y las negociaciones en torno al futuro de estos partidos se mantienen en un escenario de incertidumbre.
Este episodio refleja las tensiones crecientes entre las ligas internacionales, los clubes y los organismos reguladores, ante una tendencia de expandir la competencia a mercados como Estados Unidos para fortalecer la marca global del fútbol español. La decisión final, que aún puede revisarse, refuerza el compromiso del fútbol europeo con sus principios de igualdad, transparencia y respeto a las normativas internacionales, y demuestra que los intereses económicos y deportivos deben equilibrarse con los valores de competencia justa y respeto a las instituciones.
Mientras tanto, la operación de promotores como Relevent continuará en la búsqueda de un marco legal que permita la organización de eventos internacionales en plena legalidad, en un escenario de intensas revisiones regulatorias y debates sobre la sostenibilidad del fútbol global.