Atlixco, Pue. — Desde 2021, el “Valle de Catrinas” ha emergido como un emblemático proyecto cultural y turístico que honra la tradición del Día de Muertos, fortaleciendo la identidad, la economía local y el orgullo popular en Atlixco. En su quinta edición, el gobierno de Puebla, en coordinación con el ayuntamiento, ha consolidado esta celebración como una plataforma de expresiones artísticas y oficios tradicionales, que llega a espacios internacionales como Times Square, Harvard en Estados Unidos y Roma en Italia, posicionando a Atlixco como un referente cultural global.
Cada pieza monumental en el “Valle de Catrinas” cuenta una historia que trasciende la estructura de cartonería, pintura y escultura: la Catrina Obrera que rinde tributo al legado femenino en la industria textil, la Catrina Panadera que celebra la importancia del pan artesanal en la cultura alimentaria, la Catrina Tejedora, la Tortillera y el Bolero, oficios ancestrales plasmados por artistas locales y jóvenes creadores que muestran el alma del pueblo en cada figura y escultura.
El proyecto no solo honra el ciclo de la muerte, sino que también celebra y enaltece la vida cotidiana de los pueblos y sus tradiciones, haciendo del “Valle de Catrinas” una expresión de resistencia y orgullo cultural. Durante la inauguración oficial, autoridades y comunidad celebraron la instalación de 24 piezas en puntos emblemáticos del municipio, cada una reflejando la pasión por las raíces mexicanas y el arte popular.
Este evento promueve una participación comunitaria activa, favorece la economía local de artesanos, panaderos, viveristas y productores de flores, y reforzó el llamado del gobierno federal y estatal por mantener vivas las tradiciones que construyen la identidad nacional. La presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala, destacó que el “Valle de Catrinas” nació como un acto ciudadano en 2021 y hoy, en su quinta edición, se ha convertido en una representación artística que invita a la reflexión, la memoria y la celebración de nuestras raíces.
Para muchos, como el panadero Antonio Romero, esta tradición es también un acto de resistencia: “Cocer con leña y seguir elaborando el pan de muerto auténtico, es preservar la verdadera esencia y sabor de nuestras costumbres”, afirmó. Su testimonio refleja el espíritu vivo del evento, que no solo mantiene viva la costumbre, sino que la reinterpreta y revitaliza en cada generación.
El “Valle de Catrinas” permanecerá en exhibición durante toda la temporada de muertos en espacios como el Zócalo, el Parque de los Arcos, el Cerro de San Miguel y los campos de cempasúchil, convirtiendo a Atlixco en un destino imperdible. Este esfuerzo conjunto del gobierno y la comunidad demuestra que honrar y preservar las tradiciones ancestrales no solo enriquece la cultura, sino que también impulsa un turismo con alma, identidad y visión de futuro.