La Haya, Holanda — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegará esta semana a Holanda para participar en una cumbre de la OTAN y, por primera vez en su mandato, pasará la noche en una residencia real. La Casa Blanca confirmó que Trump aceptó la invitación del rey Willem-Alexander para alojarse en Huis Ten Bosch, un palacio del siglo XVII ubicado en las afueras de La Haya, en una estación que marca un hito en las visitas oficiales presidenciales.
El mandatario llegará la noche del martes y será trasladado en caravana por autopistas cerradas hasta el palacio, donde se reunirá con otros líderes de la alianza militar internacional en una cena organizada por el rey. Originalmente, se había reportado que Trump se hospedaría en un hotel en Noordwijk, en la costa del Mar del Norte, pero el acuerdo por la residencia real representa una mejora significativa en su alojamiento, marcando un evento histórico en la diplomacia del país.
Huis Ten Bosch, cuyos orígenes datan del siglo XVII, cuenta con varias alas, incluyendo una residencia familiar y un ala de invitados que alberga a los dignatarios que visitan la ciudad. La pieza central de la residencia es el Salón Naranja, un salón decorado con símbolos de la Casa Real Holandesa de Orange, y su proximidad a la nueva embajada de Estados Unidos refuerza su importancia en las relaciones diplomáticas.
Este será el primer presidente estadounidense que pasa una noche en Huis Ten Bosch, rompiendo con la tradición de hospedarse en hoteles. La visita de Trump en la residencia real se produce en un momento de alta tensión internacional, ya que EEUU y sus aliados buscan fortalecer sus alianzas, mientras el mandatario continúa marcando su estilo personal en cada uno de sus movimientos diplomáticos.